JULIA Y LUISA (PARTE 1)

Hoy muy temprano mientras desayunaba mi rico cereal de todas las mañanas y escuchaba a Pulp, tocaron a la puerta. Mi sorpresa llegó cuando tras abrirle vi ante mi una mujer extremadamente hermosa.

Por un momento sentí conocerle; más no quería adivinar y erroneamente ponerle un nombre distinto al suyo. Así que, con una sonrisa desconcertada en los labios le dije -buenos días, diga?....

Al verme, adelantó el paso y con un abrazo sostuvo por un instante mi cuerpo junto al de ella.

-Dime...¿no te acuerdas de mi Luisa?
-Ehmmm qué mas quisiera más no...no lo sé
-Soy Julia.... fuimos juntas a la primaria
-Dios!!!! Claro!!!! Julia tanto gusto en verte, tiene mucho tiempo desde la última vez. Cómo estás...,pero pasa, pasa por favor
-Gracias Luisa, sabes no fue tan difícil encontrarte, preguntando un poco pude llegar a ti. Me dijeron que vivias en esta dirección, pero vaya...¿interrumpo? ¿acaso tienes que salir? si deseas regreso otro día....
-No, claro que no...está bien, ando gozando de unas merecidas vacaciones
-Bien!!!pues entonces he llegado un día muy oportuno, ¿no crees?
-Jejeje sí, claro!!!!!

Después de tanto tiempo no sabía cómo iniciar una conversación con ella, ya que en otros días sólo disfrutábamos de juegos llenos de inocencia. Más recuerdo uno muy especial que quedó clavado por siempre en mi.

Fue un marzo, corriendo una tras la otra para encantar y desencantar... era su turno para encantarme y cuando me tocó gritando ¡¡¡encantada!!!! supe a la perfección que de verdad lo había hecho, me había encantado... caí después de tal golpe que me llegó a dar, me miró y dejándose caer a mi lado de rodillas me pidió perdón inclinándose hacia mi le vi acercarse y casi como un flashazo sentí un fugaz beso sobre mis labios. Me levantó de rápido y seguimos jugando. Jamás hablamos de aquel momento, pues tal vez no tenía tanta importancia.

Hoy al verle; no podía creer en ese momento, que de verdad tenía ante mi a una mujer tan bella con la cual hubiese convivido hace años, pero sin más era real.

-Lo siento Luisa, por venir así; sin avisar antes. Sólo tu dirección pude conseguir, nadie tenía tu número telefónico.
-De verdad Julia; ya te lo dije, no importa está bien. Además no hubiese obtenido tal sorpresa
-Jaja, cierto. Y... vives sóla Luisa?
-Mmm..no, en realidad no, vivo con mi pareja
-Pareja?
-Sí...verás. Espero no desconcertarte con lo que te voy a decir, pues vivo con una mu....Aahhh permíteme....mi celular, están llamando. Hola?...no vendrás???. Está bien; ya me estoy acostumbrando a esta situación que espero arreglemos pronto si es que llegas esta semana. Y sabes, tengo que colgar ahora...cuídate

-¿Luisa estás bien?
-Sí...bueno en realidad no, lo que pasa es que ya no soporto sus mentiras
-Me decías que vives con alguien
-Ah si...vivo con mi mujer, es decir, soy lesbiana, disculpa por decirlo así sin más ni más, pero estoy tan cansada de dar siempre explicaciones sobre mi vida como si debiese de justificarla, espero no sea el caso contigo. Oh...disculpa creo que estoy siendo grosera, sucede que me siento un tanto alterada por la llamada, no es tu culpa.... gustas café?
-Sí claro, gracias

Mientras preparaba café, se me olvidó por un instante que tenía ya demasiado tiempo de no saber de Julia, más sentía conocerle de siempre, como si jamás nos hubiesemos separado. Así que le conté un poco de mi vida sin miedo a que lo tomara a mal o que se asustara, pues proseguí sin preguntarle opinión alguna.

-Así es Julia, vivo con mi pareja, llevamos 3 años. Antes de eso yo vivía sóla, pero le conocí y ya sabes. En fin, finalmente se mudó conmigo; sin embargo lo más seguro es que se vuelva a mudar en unos días, pero ahora de regreso a su casa. Pues me ha confesado que conoció a alguien. Pero sabes, esa no es la mentira. La mentira son todos esos pretextos que me pone para no venir a la casa para arreglar esta situación y terminar bien.
-¿Y cómo te sientes Luisa?....
-La verdad es que al principio estaba muy mal, era lógico no quería perderla, más ahora me siento tranquila.....mmm....No quiero aburrirte con mis problemas, mejor cuéntame de ti, mira que me has alegrado el día
-No sabes el gusto que me da poder alegrarte este día, y pues sí,.... me sorprende lo que me dices, pero no porque tenga problemas con ello, sino porque no lo imaginé de ti. Quién diría jajaja
-¿Qué me quieres decir?
-No!!!no es lo que piensas, si supieras....
-¿Saber qué?
-Ayyy Luisa ¿en verdad no te has dado cuenta?
-¿De qué?
-¿A caso no tienes tu radar?
-No me digas que....
-Sí, así es.
-Ohhhh, eso sí que es una sorpresa, nunca lo hubiese imaginado. Contigo sí que no ha funcionado mi radar.
-Lo sé, seguido me pasa jajaja, muchos me han dicho que una mujer tan delicada, tan femme. En fin, lo aborrezco cada que lo dicen. Lo que no saben ellos es que una femme, no es simplemente una mujer femenina; sino que es una lesbiana femenina jajajaja.

Ambas reimos, tomamos café y platicamos por horas y horas nuestras anécdotas lenchescas.
(leer lo siguiente despacio y sin prisa)

De repente..... sentí su mano suave sobre la mía...... Yo le miré nerviosa, pero ella no se detuvo ante ello. Se levantó de la silla y con un pequeño esfuerzo sobre mi mano hizo que quedara de pie frente a ella.

Su mano se deslizaba por mi brazo, por mi hombro, lentamente... y llegando a mi cuello, alcanzó con su pulgar mi labio inferior que tras verle fijamente como si lo desease lo hizo bajar delicadamente y sin prisa.

Después, clavó sus ojos en los míos sin quitar su mano de mi cuello continuaba jugueteando con su pulgar sobre mis labios y mejilla. Mientras; con su otra mano rodeó mi cintura creando una energía tal; como si un imán atrajese mi coxis y así me fue acercando lentamente y con fuerza hacia ella.

Me encontraba tan cerca de Julia que rápido mi boca quedó frente a la suya y fue como una brisa caliente su aliento que golpeaba con el mío. Así estuvimos alrededor de 10 segundos entonces fue que sentí sus labios frios por aquel último frapuchino de amareto que le preparé.

Su lengua fue entrando despacio en mi boca hasta que por fin tocó la mía; ya juntas, iniciaban a girar en círculos, unos cortos y otros largos, se golpeaban, se acosaban, se recorrían, se lamían.

Mientras que nuestras bocas seguían unidas, por momentos tomábamos aire para continuar con la excitación que esas lenguas, esos labios, esas salivas provocaban..... al tomar la bocanada escuchábamos un sonido singular que sale tras terminar un beso. Cada que lo oíamos sonar nuestras manos se aferraban con mayor intensidad y como criaturas descontroladas recorrían nuestras espaldas. Yo tocaba sus mejillas, su cuello, ella rasguñaba mis brazos y revolvía mi cabello.

No podía resistirme a su belleza y con el corazón agitado anhelaba desabotonar uno a uno cada pequeño candado que aguardaba esa piel que tanto deseaba.
Pareciese que sus pechos querían desbordarse de esa camisa satinada que los apretaba, así que mis ganas no se hicieron esperar.

Mi lengua bajaba tras cada botón que quitaba, fue cuando llegaba a su ombligo que mis manos por encima de mi cabeza aparecieron para deslizar por sus hombros su camisa que al suelo fue a dar. Desde abajo le miré cómo jozaba al verme ante ella, y escalando su cintura, sus costillas, puede llegar hasta sus pechos; una pequeña mordida sobre su pezón fue la causa de escuchar un dulce gemido.

Me tomó de la cara me levantó y se acercó a mi oido, tras chuparme la oreja dijo: te deseo tanto, hagámos el amor hasta cansarnos, no me preguntes ni me respondas. Olvidémonos de la realidad y entremos a un sueño donde podamos agotar los orgasmos que por añor hicimos esperar.........