MI ÁNGEL

Sentía ser cuerpo perdido junto a otras cabezas rotas de la humanidad

carecía de ilusión, pretendía creer de nuevo en los demás

y eran los segundos que disminuían a su paso; esas ganas de luchar.

Lágrimas incontrolables exprimían los ojos que rojos sangraban de dolor.

Y así pasaban los días...........

Las palabras ya no salían de estos labios,

las pupilas dilatadas con una mente en blanco.

Seguía un camino correcto, un camino tranquilo y normal,un camino que con las manos había construidoun camino que no tenía retorno a la dicha.

Así marcaban las horas el reloj de su corazón....

Sin pensar el ser inerte seguía sujetando en la mano su pase a la destrucción,

un camino hacia su propio vacío.

Sin nada qué sentir.......gritaba el silencio

sin nada qué mirar.....gritaba la aberración

sin nada qué esperar.........gritaba la invasión.

Por momentos detenía el paso y pensando en su suicida concepción de la vida

intentaba quitar una a una las espinas de su garganta,

quería decirse así misma, que había una sóla esperanza más.

Rascaba de entre las piedras con su humilde intensión de encontrar un halo de luz,

pero todo parecía indicar que no habría un alma viva ya.

Desconsolada y con el castigo por su intento fallido

se prometió no volver a parar para ingenuamente rascarcon

un alma rota y los dedos desangrándose

tenía un cuerpo vilmente sucio.

Cansada ya de caminar cayó sobre sus rodillas;

las manos prendidas del piso desgarrandolo mientras

la cabeza muerta colgaba de sus hombros,

la ira revuleta como papilla.

Provenía de lo lejos

Se acercaba a paso lento

le confundía con un lamento

era una voz, una voz tan delicada, una voz tan llena de gracia.

Pensando que esto era un error evitaba escuchar

creyendo culpable a la agonía que le hacía delirar

más cuando otras manos tocaron a las suyas

levantando después con caricias su cara sin rostro

supo que tenía frente de ella un alma viva.

Era su ángel....del que había hablado antes

quien ahora sostenía su cuerpo casi destruido,

quien con miradas llenas de paz le regresaba el color a la piel,

quien le regresaba la ilusión y de nuevo daba vida a sus labios que intentaban abrirse ansiosos para decirle cuánto le quería....para decirle cuánto le había hecho falta.

Pero con su mano suave el ángel detuvo la palabra de sus labios con un sólo toque sobre ellos,

pues quería anticiparle el cómo es que había llegado hasta ella

para entregarle de nuevo esa dicha que pretendía

y entonces fue que la criatura deseosa leyó los labios de su ángel que le decían:

Niña que mandada por la Luna me trajiste hasta este lugar…Hermosa mas allá de la piel, mágica y real. Seguirás siempre tan cerca porque para mi ya eres eterna.

Y así abrazadas yo y mi ángel

decidimos no soltarnos más

porque esto no es un sueño

es nuestra realidad.